¿Alguna vez te preguntaste si sería posible que las máquinas escribieran por nosotros? Aunque no lo creas hoy ya es una realidad. La Inteligencia Artificial (AI) y el desarrollo tecnológico permiten que varios artículos sean redactados por un procesador de textos. Se abre una tremenda oportunidad para el marketing de contenidos, ¿no lo crees?
Son conocidos con el nombre de NLG (por sus siglas en inglés, Natural Language Generation), y convierten automáticamente los datos que se les entregan en prosa amigable con el ser humano. Para lograrlo necesita contar con información estructurada en una plantilla.
Y no se trata de ciencia ficción, esta tecnología ya se está usando. Es el caso de Quill, el programa encargado de redactar los informes del sitio Forbes; o de Narrativa, una empresa española que diseñó un software llamado GabrieleAI, el cual es capaz de escribir textos noticiosos breves. Según un informe de Gartner, para el 2018, el 20% de todo el contenido de negocios será creado a través de Inteligencia Artificial.
Máquinas vs. redactores
Se realizó un estudio donde se hizo que personas evaluaran distintos textos, unos escritos por softwares de IA y otros por redactores. Hubo puntuaciones bastante parecidas en factores como la coherencia y la precisión. Pero el contenido redactado a través de NLG fue el triunfador en las categorías de confianza e información; mientras que el escrito por el ser humano fue evaluado como menos aburrido y más agradable de leer.
Aunque en apariencia pueden representar una amenaza inminente, de acuerdo a un artículo del New York Times, el resultado de la confrontación de encabezados de noticias escritos por una persona y por un programa, demostró que la escritura humana sigue siendo la preferida.
Una máquina no puede leer e interpretar con un ojo crítico, y tampoco comprender los matices del lenguaje. Pero, ¿será capaz algún día? Ray Kurzweil, director de ingeniería de Google, cree que los computadores serán más inteligentes que los seres humanos en 2029. Específicamente, dice, “podrán entender lo que decimos, aprender de la experiencia, hacer bromas, contar historias e incluso coquetear”. Sin embargo, la creación de contenido AI es, por ahora, algorítmica. Sus capacidades se basan en la información que les proporcionamos.